“El Método”

notas por Lee Strasberg

 

Estamos dispuestos a ser influenciados por todo, a tratar todo, no tenemos miedo a dar nada acá. Aquí no hay nada sagrado. Cualquier cosa que pueda ayudarnos a ser mejores, a completar la labor del actor, a contribuir hacia un teatro más vivo y dinámico, es, desde todo punto de vista, valido y vale la pena trabajar en ello.

 

Lo que se propone es opuesto a todo sistema. Un sistema implica una teoría con reglas precisas de lo que se debe hacer en cada momento. Los resultados que se obtienen con esta propuesta de trabajo pueden ser obtenidos en cualquier otro lugar o con cualquier otro proceso de estudio, ya que los actores trabajan de acuerdo a sus propios deseos e iniciativas. El actor que solo hace lo que se le pide encuentra que el trabajo tiene muy poco valor. Cuando el actor realmente trabaja y siente que está haciendo lo que quiere, lo que es importante para él, se abre hacia la crítica fuerte, en lugar de tratar de establecer aquello que resulta práctico, sencillo o inmediato.

 

No se busca un resultado y por lo tanto no se fijan reglas directas. Se establecen dinámicas, propuestas; una búsqueda. Se trata simplemente de mostrar al actor un posible camino a seguir, una manera de enfrentar el arte. Nadie puede explicar el misterio del talento, tratamos de tomar la formación actoral del mismo modo: como un misterio; no solo dirigido hacia la forma exterior de la actuación, sino precisamente a la forma interior. Cómo puede el actor tratar de encontrar lo que solo él puede encontrar, así ya lo haya encontrado; y brindarle las herramientas para ponerlo en práctica.